En los años veinte, dos jóvenes de Bausen, Francisco de Doceta y Teresa de Belana, se enamoraron tan tiernamente que cautivaron a sus vecinos, que admiraban profundamente el amor que los dos novios se profesaban. Un día decidieron casarse, pero el párroco les exigió una gran cantidad de dinero como ‘dispensa’ por el hecho de estar emparentados, aunque fuera un parentesco lejano, y no cedió a las suplicas de los dos enamorados. Éstos decidieron seguir con su amor y vivir juntos, hasta que Teresa enfermó y murió el 10 de mayo de 1916, con solo 33 años, y tampoco entonces el párroco accedió a darle santa sepultura en el cementerio del pueblo. Ante la desesperación de él y con gran indignación, todos los vecinos si excepción de ninguno, cavaron otra fosa y la enterraron con toda dignidad en el cementerio civil donde reposa, y donde cada año el hijo fruto del amor que vivieron deposita flores frescas.
Este año se han cumplido 100 años de la muerte de Teresa de Belana y su pueblo, Bausen, le ha rendido hoy un cálido homenaje.
El acto ha contado con la presencia del sindic d’Aran, Carlos Barrera, de la alcaldesa de Bausen, Veronica Fontan, de la conselhèra de Turismo y Desarrollo Económico de Aran, Anna Díaz, del conselhèr, Francés X. Boya, y de la conselhèra, Maria Vergés.
Vielha, 16 de agosto de 2016
Conselh Generau d’Aran: Núria Sanjuan