Durante esta semana se desplazarán a la Val de Aran responsables de la empresa Tracsa acompañados de un funcionario de la Confederación Hidrográfica del Ebro para decidir la mejor solución técnica de consolidación y canalización de la afectación que se produjo el pasado 11 de mayo en la ribera del Valarties y que actualmente genera agua turbia en el río Garona en el tramo desde Arties hasta la frontera francesa.
Esta visita es consecuencia del escrito que el sindic d’Aran, Carlos Barrera, envió a María Dolores Pascual, presidenta de la CHE (Confederación Hidrográfica del Ebro), autoridad hidráulica del Garona, el pasado día 27 de agosto. En este escrito se informaba a la confederación de la grave afectación que padece el río Garona y la fauna ictícola como consecuencia de la aportación de materiales provenientes de este desprendimiento.
Cabe recordar, que el pasado día 23 de agosto se llevó a cabo una inspección por parte del vigilante de la CHE acompañado de un técnico del Conselh Generau d’Aran en la zona afectada, para que el vigilante pudiera constatar la seriedad de esta situación.
Para el Gobierno de Aran este es un asunto de máxima prioridad por la afectación ecológica que esta agua turbia produce en el Garona. Después de todo, el pasado 20 de agosto el sindic d’Aran ya pidió una reunión con la presidenta de la CHE para tratar este asunto entre otros.