-
Este año la celebración, que ha estado presidida por el Síndico de Aran y el President de la Generalitat, se ha tenido que adaptar a la normativa vigente por la situación sanitaria, y se ha centrado en un acto en honor al trabajo de los profesionales sanitarios y de los servicios esenciales en memoria de las víctimas del coronavirus en el territorio
El gobierno del Conselh Generau d’Aran ha organizado hoy, 17 de junio, una Fiesta de Aran adaptada a la normativa vigente por el estado de alarma decretado por el COVID-19.
El Síndico de Aran, Francés Boya, y el President de la Generalitat, Quim Torra, han presidido esta celebración que conmemora la reinstauración de la máxima institución aranesa en 1991. El acto ha contado también con la presencia de los consejeros y consejeras de Aran, el consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia de la Generalitat, Bernat Solé, y la delegada territorial de la Generalitat en el Alto Pirineo y Aran, Rosa Amorós, entre otros.
En esta celebración, que este año se ha reducido a un simple acto institucional, se ha realizado un reconocimiento a los profesionales que han estado al frente de los servicios esenciales durante la crisis sanitaria y social, y se ha guardado un minuto de silencio en memoria de las víctimas del COVID-19 en Aran.
“Vivimos en un gran país” afirmaba el Síndico d’Aran durante su parlamento, añadiendo que: “un país lo hace grande su gente, las personas como aquellas que hoy homenajeamos, lo hace grande la actitud solidaria de sus ciudadanos, la capacidad de pensar en plural, de ser una sociedad que quiere compartir los valores de la solidaridad y el humanismo. Por ello, hoy nuestra fiesta es más que nunca la fiesta del gracias, la fiesta de aquellas personas que habéis cumplido con dignidad y solidaridad vuestro trabajo, habéis dado muestra de vuestra responsabilidad y empatía y habéis hecho un ejercicio de entrega y de compromiso con la gente de Aran”.
El Síndico de Aran ha dedicado también unas palabras a las familias de las víctimas que el virus ha dejado en Aran: “la pérdida y la despedida de aquellos a los que queremos siempre es dolorosa, dura y profundamente sentida, pero en estos meses, todavía lo ha sido más dado que hemos tenido que afrontar un dolor más amargo que la propia pérdida, el de no poder decirles adiós apretando su mano”.
Durante su parlament, el Síndico ha manifestado al President Torra la necesidad del compromiso y la complicidad de la Generalitat para salvar el aranés: “el alma del país que queremos reside en nuestra lengua, puesto que si muere la lengua, muere el país. No tenemos suficiente con palabras ni buenas intenciones, es urgente actuar y hacerlo con decisión, puesto que solo con la voluntad firme de la Generalitat de Catalunya tendremos posibilidades de ganar el futuro que queremos para Aran”.