-
Este jueves una decena de mujeres se reunieron para compartir sus experiencias sobre la maternidad y la lactancia
-
Esta semana conmemorativa buscaba implicar no solo en las madres, sino al conjunto de la sociedad
Durante el 1 y el 7 de agosto se celebraba la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Con motivo de esta conmemoración, este jueves, en el encuentro mensual sobre lactancia que acostumbran a hacer las doctoras Inma Caubet y Paula Daniela Vitali, se aprovechó para hablar sobre las experiencias y dificultades que han encontrado las madres que asistieron.
Este año, el lema de esta semana mundial de la lactancia era “Empoderémonos” y buscaba implicar no solo en las madres, también a las parejas, familiares y al conjunto de la sociedad.
Durante esta reunión, se preguntó a las más de diez madres que participaban qué dificultades se habían encontrado a lo largo de los meses a la hora de dar el pecho a sus hijos e hijas.
La baja por maternidad
Uno de los motivos que más dificulta la lactancia a las madres trabajadoras es el poco tiempo de baja por maternidad del que disponen. «El sistema actual es deficiente y solo ofrece 16 semanas de baja a las madres», comentaba la doctora Vitali, «mínimo tendrían que ser 6 meses. Hay países del norte de Europa en los que la baja puede llegar hasta los dos años del bebé. Es muy importante cambiar esta ley«.
«Se ha ampliado la baja por paternidad, y eso es muy positivo, pero ampliar la baja de las mujeres para que podamos continuar con la lactancia también tendría que ser una prioridad para los partidos políticos. El gobierno tendría que ser más respetuoso con nosotras», aseguraba una de las madres presentes.
Todas coincidieron en la precariedad a la cual tienen que hacer frente en este ámbito las mujeres autónomas, «hay trabajadoras por cuenta propia que tienen que volver al trabajo 15 días o un mes después de haber tenido a sus niños».
Entre las problemáticas que encuentran las madres después de incorporarse al trabajo, se encuentra el hecho de que las guarderías no aceptan a niños menores de 6 meses. «¿Qué tenemos que hacer las madres que no tenemos a nuestra familia cerca, si tenemos que volver al trabajo al cabo de 4 meses?».
«Yo conozco casos de mujeres que han tenido que pedir un año de excedencia en sus puestos de trabajo para poder pasar más tiempo con sus hijos e hijas y continuar así dando a mamar», aseguraba la doctora Caubet, «el problema con esto es, por un lado, que no todas se lo pueden permitir. Y, por otro, que con este sistema tan deficiente, el gobierno acaba consiguiendo que las mujeres tengan que renunciar a su profesión temporalmente. Esto no pasaría si las bajas por maternidad fueran más largas».
Por estos motivos, todas ellas coincidían en que debería haber algún tipo de ayuda complementaria para las madres trabajadoras, porque el hecho de que estas mujeres pasen más tiempo con sus bebés, influirá de forma positiva en ellos.
Falta de normalización
Todavía en el año 2019, algunas de estas madres se han sentido juzgadas, observadas y/o criticadas mientras alimentaban a sus pequeños.
La doctora Vital insistió en qué es «necesario normalizar que las madres den a mamar, sin juzgar ni criticar. Cuando lo hacen están dando de comer a su hijo. Es una cosa natural, no se tienen que esconder porque es una cosa completamente normal».
Las doctoras afirmaron que se han demostrado los beneficios que tiene la lactancia en la salud de los bebés y de las mismas madres, puesto que ayuda a prevenir el cáncer de mama.
Acostumbrarse al cambio
Todas coincidían: ser madre supone un cambio muy grande en tu vida y acostumbrarse es difícil. «De golpe, todo el mundo parece tener una opinión sobre tu forma de ser madre. Te preguntan por qué no le das agua, te dicen que con 15 minutos en el pecho la niña tiene suficiente, que le das demasiado a menudo, que se queda con hambre, que tu leche quizás no es buena…».
Ante esta situación, la doctora Caubet se mostró muy clara: «parece que cuando eres madre no tienes permitido sentirte mal o pasar por una depresión o tener miedo. Muchas veces callamos y puede acabar suponiendo un problema mental grave. Es normal que te sientas agobiada, es normal si no te ves capaz y es normal si tienes miedos. La maternidad y la lactancia son duras. Si algún día tienes ganas de llorar, llora. Tienes que tener en cuenta que los padres, las parejas, las familias y amigos pueden ayudarte. Pide ayuda si te hace falta y no te sientas culpable«.
A la hora de hacer frente a las críticas u opiniones, las doctoras recomiendan «confiar en vuestras capacidades naturales de ser madres. Si estás bien informada, puedes aplicar un filtro a estas opiniones y así saber que, por mucho que puedan decir, tú estás haciendo lo mejor para tu hijo».