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A través de una misiva dirigida a la presidenta de la CCMA, la síndica de Aran ha denunciado el trato tendencioso y falto de rigor y realismo que este reportaje brinda sobre la Val d’Aran y su ciudadanía, y ha exigido que se tomen las acciones oportunas para reparar el daño reputacional provocado
La síndica de Aran, Maria Vergés, ha dirigido a la presidenta de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), Rosa Romà, una carta en la que expresa el malestar del gobierno de Aran, y de buena parte de la ciudadanía aranesa, por el reportaje emitido en el programa “Sense ficció” de TV3 sobre la muerte del oso Cachou, exigiendo que se tomen las acciones necesarias para reparar el daño reputacional provocado en la Val d’Aran y su ciudadanía.
“Consideramos que el trato que este programa ha dado a la Val d’Aran es intolerable, tendencioso y falto de rigor y realismo” apunta la síndica en su misiva, añadiendo también que: “se retrata a Aran y a los araneses de una forma sesgada, sin hacer ninguna referencia a las numerosas acciones e inversiones que se han llevado a cabo en materia de sostenibilidad ambiental, de apoyo a la ganadería y convivencia con grandes carnívoros, y sin remarcar tampoco que la población de osos en el Pirineo ha aumentado hasta los 83 ejemplares en 2023”.
Así mismo, la síndica de Aran ha destacado que el proceso judicial de este caso aún no ha finalizado y, por lo tanto, no existe ninguna sentencia que ratifique la autoría de los hechos, “cosa que este programa ha evitado nombrar de forma totalmente intencionada, sin tener en cuenta el impacto social y personal que esto puede comportar”, y ha querido remarcar que: “el gobierno del Conselh Generau d’Aran ha mostrado siempre el más escrupuloso respeto a los procedimientos judiciales y, también, la presunción de inocencia, insistiendo en que, si así lo demuestran las pruebas, se tiene que aplicar todo el peso de la ley”.
En esta misiva, Vergés manifiesta que: “diversos de los testimonios aparecidos hacen evidente que este caso, que lamentamos y condenamos, ha sido utilizado como forma de escarnio, con un notable contenido ideológico, alimentando la idea de una Val d’Aran que nada tiene a ver con la realidad” y añade: “la ciudadanía aranesa, y el gobierno de Aran, han trabajado siempre, ahora y antes, para mantener un territorio vivo, donde la gente pueda tener oportunidades para desarrollar su proyecto de vida y, además, lo hacen cuidando y gestionando su entorno para transmitirlo a las nuevas generaciones”.