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El Comité Español del programa MaB ha aprobado la candidatura de la Val d’Aran como Reserva de la Biosfera impulsada por el Conselh Generau d’Aran y la ha remetido al Comité Científico de este programa en la UNESCO para su aprobación definitiva
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Este proyecto tiene como principales objetivos promocionar el desarrollo económico, sostenible y del patrimonio cultural y natural que ofrece el territorio y situar Aran dentro de la red internacional de las Reservas de la Biosfera de la UNESCO
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Para su redacción, el Conselh Generau d’Aran contó con el apoyo de un importante número de administraciones públicas y empresas del territorio y fue abierto al debate y participación de la sociedad aranesa
El Comité Español del Programa Hombre y Biosfera (MaB) ha aprobado la candidatura de la Val d’Aran como Reserva de la Biosfera impulsada por el Conselh Generau d’Aran y la ha remitido al Comité Científico del Programa MaB de la UNESCO para su aprobación definitiva.
Durante los últimos años, el Conselh Generau d’Aran ha trabajado, con el apoyo y asesoramiento de los expertos de Verd e Blu e Inèdit, en el proceso de diseño y redacción de la candidatura de la Reserva de la Biosfera de la Val d’Aran. Este trabajo ha contado también con el apoyo de administraciones públicas y empresas del territorio, así como con la participación de la ciudadanía en este proceso.
“Formar parte de la red internacional de las Reservas de la Biosfera sería una gran oportunidad para la Val d’Aran, porque suponen figuras de promoción y reconocimiento que potencian y ponen en valor las particularidades de la zona”, aseguraba la síndica d’Aran, Maria Vergés, que añadía que: “que Aran se convierta en Reserva de la Biosfera supondrá un reto para conseguir una gestión sostenible del territorio adaptada a los retos ambientales, sociales, territoriales y económicos”.
Aran puede postularse como laboratorio vivo por los valores singulares que nos diferencian como nuestra realidad nacional con personalidad propia, nuestro autogobierno, nuestra situación como territorio fronterizo, nuestro patrimonio cultural, lingüístico y tradicional o nuestros valores naturales, entre otros.
En este sentido, la síndica de Aran afirmaba que: “la Val d’Aran puede convertirse en un territorio donde experimentar y definir nuevos modelos territoriales sostenibles y resilientes” y añadía que: “uno de los principios básicos de este laboratorio vivo sería potenciar la dinamización y reactivación de los sectores socioeconómicos del territorio, tanto innovadores como tradicionales, traccionando así el modelo económico deseado por toda la ciudadanía y donde se incluyan nuestros valores patrimoniales”.