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El síndico de Aran ha presentado hoy en el Pleno del Conselh Generau d’Aran un balance turístico de esta temporada de verano, en la que los datos de ocupación del mes de agosto han superado los de los últimos 10 años gracias al trabajo llevado a cabo por los profesionales del sector turístico del territorio
Durante el Pleno ordinario del Conselh Generau d’Aran celebrado esta mañana, el síndico de Aran, Francés Boya, ha presentado un balance turístico de esta temporada de verano, que ha tenido unas cifras bastante superiores a las esperadas teniendo en cuenta la situación sanitaria actual.
“El balance de este verano desde el punto de vista económico es muy positivo y estamos muy satisfechos”, ha asegurado el síndico de Aran, añadiendo que: “la temporada empezó un poco por debajo que el año anterior a causa del brote en la zona del Segrià y las informaciones confusas que llegaban y que provocaron hasta un 20% de anulaciones, pero Aran ha sabido demostrar que es una destinación segura gracias al gran trabajo llevado a cabo por todos los profesionales del sector turístico del territorio.
A pesar de que el mes de julio empezó con muy buenas previsiones, finalmente se registró una ocupación hotelera del 40,3%, un 9% menos que la del año anterior, y en las oficinas de turismo se produjo una disminución de hasta 3.000 clientes.
No obstante, el mes de agosto se ha cerrado con una ocupación hotelera del 77,2%, mientras que la de 2019 fue de un 68,1%, es decir, que se ha experimentado un crecimiento del 9,1%. En los campings se ha producido también un aumento de alrededor del 3% en los bungalows respecto al año anterior, pero el ámbito que ha vivido un incremento más notable ha sido el de las segundas residencias.
En lo referente a las visitas a las oficinas de turismo durante el mes de agosto, se ha experimentado una disminución de alrededor de 1.000 clientes, pero cabe destacar que, durante los dos meses que la app turística GuidAran lleva en funcionamiento, se han realizado cerca de 4.000 descargas de la aplicación y un total de 215.000 visitas.
Los distintos atractivos turísticos de la Val d’Aran han vivido también un incremento de visitantes, como es el caso de Colomèrs, por ejemplo, donde se han atendido este mes de agosto a más de 10.000 personas ante las 7.800 del año pasado.
Las dos primeras semanas de septiembre también han vivido un incremento de hasta el 13% de ocupación hotelera respecto a 2019, con una media de ocupación de alrededor del 51%. Mientras, los bungalows en estas dos semanas han vivido un incremento de un 50% respecto al año anterior con una ocupación del 56,3%.
Además, se ha experimentado también un incremento en el gasto medio de los visitantes durante este verano.
“Desde el Conselh Generau d’Aran, a través de Foment Torisme Val d’Aran, hemos puesto en funcionamiento una serie de proyectos como Cornèrs d’Aran, Mercats d’Aran o el Mes del Bienestar, que está actualmente en marcha, y que han funcionado muy bien”, ha asegurado Boya.
En el caso de la iniciativa Cornèrs d’Aran, han participado más de 1.600 personas en grupos reducidos, que han disfrutado tanto de las actividades diurnas como nocturnas, conociendo de primera mano el entorno pero también la cultura e historia aranesas a través de rutas de dos horas de duración por los lugares más emblemáticos del territorio.
“Este verano de alta afluencia nos ha servido también para constatar las problemáticas más inmediatas a resolver, como es el caso de la regulación del acceso motorizado al medio natural”, explicaba el síndico de Aran, añadiendo que: “en este sentido, ya trabajamos en un Plan de Sostenibilidad Turística de la Val d’Aran que nos permitirá hacer frente a las necesidades del territorio y mejorar en aquellos aspectos que lo precisen”.
El sector turístico de la Val d’Aran se ha adaptado con agilidad este verano a la situación sanitaria, aplicando las medidas de seguridad pertinentes y buscando nuevas fórmulas que han resultado ser un éxito entre los visitantes.