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Las dos campanas, datadas de 1886 y 1841, necesitaban una intervención urgente por el mal estado en el que se encontraban sus yugos y badajos y fueron trasladadas, a finales del mes pasado, a los talleres de una empresa especializada de donde está previsto que vuelvan a principio de este otoño
Los pasados 27 y 28 de julio, se llevaron a cabo los trabajos para descolgar las campanas grandes del campanario de Santa María de Vilamòs para poder llevarlas a restaurar y construir nuevos yugos y badajos en los talleres de una empresa especializada, una actuación que era muy necesaria y que se lleva a cabo desde el Conselh Generau d’Aran con la financiación de la Diputación de Lleida, con un coste de 17.304,21€.
La campana grande, que lleva el nombre de Santa María y unas dimensiones de 1,05 m de diámetro máximo, alrededor de 1 m de altura, y un peso de cerca de 600 kg, fue construida en 1886 por un fundidor llamado Ballesteros, autor de otras campanas en la Val d’Aran. Hace ya tiempo que tenía el yugo y el badajo en muy mal estado y, por ello, se encontraba inmovilizada.
La segunda campana, dedicada a Santa Barbara, con 0,81 m de diámetro en la boca, 0,86 m de altura y un peso aproximado de 350-400 kg, data de 1841 y fue obra de Ignasi Jaqueti, un fundidor de campanas que también trabajó en otros campanarios araneses. Esta campana también precisaba una renovación de yugo y badajo.
Además de crear yugos de sustentación y badajos nuevos, la actuación en taller se completará con la limpieza de la suciedad y del óxido acumulado en los bronces y brindando una capa de protección. Está previsto que las campanas vuelvan a su campanario a principios de este otoño.
Dado sus dimensiones, peso y el hecho de encontrarse a casi 20 metros de altura, se tuvieron que bajar del campanario con una grúa.