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Este convenio permitirá la creación de un marco de cooperación entre las instituciones implicadas y la creación de tres Células de Innovación Rural a través de las cuales impulsar las actuaciones necesarias para crear una dinámica territorial que se fundamente en la colaboración público-privada, la innovación y la retención y atracción del talento local
Este mediodía, el secretario general para el Reto Demográfico, Francés Boya, la síndica de Aran, Maria Vergés, el presidente de la Diputación de Lleida, Joan Talarn, y el presidente de la Diputación de Huesca, Miguel Gracia, han formalizado la firma del convenio para el desarrollo del Proyecto de Innovación Territorial y el Desarrollo de Células de Innovación Rural.
El objetivo de este convenio es la creación de un marco de cooperación entre las instituciones implicadas y supondrá la ampliación, consolidación y creación de tres Células de Innovación Rural: la Célula de Innovación Rural Pirineo-Aran (que comprenderá territorios pirenaicos de Huesca y Lleida, así como la Val d’Aran), la Célula de Innovación Rural Tierras de Lleida y la de la provincia de Huesca, replicando el modelo iniciado con el Hub de innovación HèPic. El marco de cooperación propiciado por el convenio favorecerá las sinergias entre las tres células desarrolladas.
“Este convenio responde a la voluntad compartida de la administración del Estado, las Diputaciones provinciales y el Conselh Generau de desarrollar un Proyecto de Innovación Territorial que aborde la situación creada como consecuencia de los nuevos y recientes procesos demográficos que han afectado a la distribución tradicional de la población en el territorio y ofrece respuesta a los nuevos retos que plantea la desigualdad territorial generada por estos cambios”, explicaba el secretario general para el Reto Demográfico, añadiendo que: “estos procesos demográficos suponen un riesgo de despoblación para un importante número de zonas rurales que, a su vez, sufren también un envejecimiento de su población, viendo así gravemente afectadas sus posibilidades de desarrollo económico y social, algo que afecta también al bienestar y calidad de vida de la ciudadanía”.
“Gracias a este convenio podremos impulsar las actuaciones necesarias para dinamizar la colaboración público-privada, la innovación y la retención del talento local”, explicaba la síndica, que añadía: “esto nos servirá de base para generar proyectos transformadores que impulsen un modelo de desarrollo territorial sostenible y reequilibrador de los actuales déficits demográficos, de infraestructuras y de servicios que sufren las zonas de montaña como la Val d’Aran”.