• El objetivo de este proyecto, fruto de un convenio de colaboración entre el Conselh Generau d’Aran y Endesa, es instalar sensores para modelar y evaluar en el tiempo las variables físicas para prevenir futuros riesgos potenciales en la zona, como el desprendimiento producido en el año 2018

• El consejero Josep Canut, que ha visitado hoy los trabajos de perforación, ha destacado “la importancia que tienen para el Conselh Generau d’Aran los datos que se obtendrán con este sistema de alertas para mejorar la seguridad de las personas e infraestructuras en esta zona”

El Conselh Generau d’Aran y Endesa han firmado un acuerdo de colaboración con el cual ponen en funcionamiento en diferentes puntos del valle de Valarties diversos equipos de medida para alertar de posibles riesgos geológicos naturales, como los desprendimientos. Estos sensores, denominados piezómetros, miden la presión del agua freática de las diferentes capas geológicas del terreno, de manera que se pueden monitorizar los resultados y hace que actúen como sistemas de control.

“Los datos que el Conselh Generau d’Aran obtendrá de estos sensores instalados por Endesa nos permitirán llevar un seguimiento de las posibles alertas y una mayor capacidad de reacción ante hechos como los producidos en este mismo lugar en el año 2018” explicaba el consejero de Economía, Turismo y Promoción Económica, Josep Canut, añadiendo que: “para el gobierno de Aran la seguridad de nuestra ciudadanía es primordial y creemos que con este nuevo sistema podremos mejorarla y garantizarla ante los riesgos geológicos”.

El detonante de este proyecto es el desprendimiento que hubo el 11 de mayo de  2018 y que afectó al río Valarties, la pista, los depósitos de agua del pueblo de Arties y diversas fincas privadas. No obstante, este no ha sido el único accidente geológico del lugar y, según informes técnicos, se ha constatado que históricamente ha habido otros movimientos de masa. El objetivo, por tanto, no es solo detectar las vertientes del propio valle de Valarties que pudieran ser afectadas por potenciales desprendimientos, sino garantizar la seguridad de la población y las infraestructuras en esta zona.

Por tanto, esta red de sensores se instalarán en la zona de influencia del acuífero del valle de Valarties. En total, se construirán 3 pozos -dos de ellos de entre 30 y 60 metros de profundidad y otros 120 metros de profundidad, y 15 cm de diámetro- dentro de los cuales se situarán los piezómetros que proporcionarán información de la evolución de la presión freática en los distintos estratos geológicos, los cambios de la cual se asocian a los desprendimientos. El seguimiento de estos datos permitirá a los técnicos modelar el comportamiento del acuífero para establecer unos lindares que puedan alertar del riesgo potencial de nuevos desprendimientos en la zona.

Procedimiento

Para la instalación de los piezómetros se realizan 3 sondeos en distintas coordenadas, siempre en la parte de la montaña. A causa de la orografía del terreno se ha estudiado, en cada caso, la manera óptima de realizarlos, con el objetivo de no malmeter el entorno natural y salvaguardar el ecosistema existente. De la misma manera, se ha habilitado un punto verde donde depositar los residuos que se generan durante la obra, estos residuos se clasificarán debidamente y se acumularán en contenedores especialmente preparados para su tipología. Al finalizar los trabajos, se procederá a recuperar el terreno y devolverlo al estado original, para dejar el menor rastro posible de los trabajos llevados a cabo.

El convenio, que tiene una vigencia de cuatro años, tiene un presupuesto de 105.500 euros, de los cuales el Conselh aporta 15.500 y el resto Endesa. En este sentido, Endesa ejecuta el proyecto (que tendrá una duración de unos 60 días) y el Conselh Generau gestionará los datos y hará el seguimiento científico.