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Hoy ha tenido lugar la presentación oficial de la candidatura, en la cual se ha expuesto el trabajo que el Conselh Generau d’Aran, Idèdit y Verd e Blu han llevado a cabo los últimos meses en este ámbito, y se ha explicado la posibilidad de postular la Reserva de la Biosfera de la Val d’Aran como laboratorio vivo donde experimentar y definir nuevos modelos territoriales sostenibles y resilientes, donde dinamizar y reactivar sectores socioeconómicos del territorio que incluyan nuestros valores patrimoniales
Esta mañana ha tenido lugar la Jornada de Presentación de la Reserva de la Biosfera de la Val d’Aran, donde se han presentado los principales resultados de la candidatura, así como el proceso que se ha llevado a cabo durante estos últimos meses por parte del Conselh Generau d’Aran y las empresas Inèdit y Verd e Blu, con el apoyo del Institut d’Estudis Ilerdencs de la Diputació de Lleida.
En esta jornada telemática, a la que han asistido más de 60 participantes, se ha explicado la posibilidad de postular la Reserva de la Biosfera de la Val d’Aran como laboratorio vivo. “Convertirse en un laboratorio vivo supondría que Aran serviría como instrumento de experimentación y definición de nuevos modelos territoriales sostenibles y resilientes”, explicaba la síndica de Aran, Maria Vergés, añadiendo que: “uno de los principios básicos de este laboratorio vivo es potenciar la dinamización y reactivación de los sectores socioeconómicos del territorio, tanto innovadores como tradicionales, traccionando así el modelo económico deseado por toda la ciudadanía y donde se incluyan nuestros valores patrimoniales”.
En este sentido, la síndica de Aran destacaba “la necesidad de transicionar a nuevos modelos de desarrollo territorial debido a la situación sin precedentes que vivimos”. Y aseguraba que “para obtener un buen funcionamiento de la Reserva de la Biosfera, necesitamos la colaboración y la involucración de las personas del territorio, para así decidir de manera conjunta hacia qué dirección debe avanzar la Val d’Aran”.
Aran es un territorio candidato a postularse como laboratorio vivo por los valores singulares que nos diferencian como, por ejemplo, nuestra realidad nacional con personalidad propia, nuestro autogobierno, nuestra situación como territorio de frontera, nuestro patrimonio cultural, lingüístico y tradicional o nuestros valores naturales, entre otros.
La postulación de Aran como laboratorio vivo establece un pilar fundamental en el sector de la investigación y la innovación. El gran potencial proporcionado por los centros y universidades existentes, así como los nuevos convenios y proyectos que podrían derivar, representará una nueva fórmula de intercambio de conocimiento entre la ciencia y la ciudadanía.
Formar parte de la red internacional de las Reservas de la Biosfera supondría una gran oportunidad para la Val d’Aran, puesto que suponen figuras de promoción y reconocimiento que potencian y ponen en valor las particularidades de la zona.