Coincidiendo con el inicio de la salida de la hibernación de gran parte de los osos, el equipo de seguimiento del PirosLife ha detectado en 2018 40 ejemplares
Después de dos años sin rastros, se considera muerto el macho Pyros, el progenitor de gran parte de los osos que viven actualmente en esta zona
Vielha, 29 de marzo de 2019.- Coincidiendo con el inicio de la salida de la hibernación de muchos de los osos que habitan los Pirineos, el equipo del proyecto PirosLife ha hecho balance del 2018. En total, en 2018 se han detectado 40 ejemplares en el Pirineo de Francia, Aragón, Navarra y Cataluña, 3 menos que el recuento inicial de 2017 (43 osos).
Entre la cuarentena de ejemplares detectados en 2018 hay 5 de primer año nacidos en 2018, de las hembras Nheu (3 cachorros) y Chataigne (2 cachorros). Uno de los cachorros de Chataigne ha acabado muriendo.
El macho Pyros se da por muerto
En total son 3 los osos que han desaparecido durante el 2018: un cachorro de Chataigene, el oso Gribouille (sin rastros desde el 2016) y el macho Pyros. De este último no se tiene noticia desde principios de abril de 2017, cuando fue fotografiado en Aran por última vez. Con 29 años (unos 80 de los humanos), y después de este tiempo sin rastros, el equipo del PirosLife lo considera muerto.
Pyros ha sido el macho dominante en el Pirineo durante más de veinte años. Sus descendientes suman 55 ejemplares, de los cuales 30 son hijos directos.
Precisamente, para romper con la dominancia reproductora de Pyros y aportar variabilidad genética en la población de osos del Pirineo, en 2016 la Generalitat liberó a Goiat, un oso joven proveniente de Eslovenia, porque los osos balcánicos, del sur de Escandinavia, y los del sur y suroeste de Europa pertenecen a una única línea genética. De momento, Goiat, que lleva un collar GPS que permite monitorizar sus movimientos, continúa a estas alturas hibernando.
Además de Goiat, hay tres machos no emparentados con Pyros: Nere (de estirpe eslovena, nativo del Aran, y que ha vuelto del Pirineo occidental), su hijo Canellito (de madre pirenaica, también proveniente del Pirineo occidental) y Cautxú (el único descendiente conocido del macho Balou).
Seguimiento con rastros, muestras de pelo e imágenes
El seguimiento de los osos del Pirineo es una de las acciones incluidas en el proyecto PirosLife de consolidación de la población en los Pirineos centrales. En este sentido, hay un equipo de 8 personas (4 en la Val d’Aran y 4 en el Pallars Sobirà), que siguen los rastros biológicos (pelos y defecaciones) de los plantígrados, cogen muestras y las analizan, a fin de valorar la evolución de la población, con el apoyo de los agentes rurales. También realizan itinerarios para encontrar huellas y otros indicios. En estos itinerarios establecidos hay colocadas trampas de pelos, para coger muestras sistemáticamente. También se hace seguimiento con sistemas automáticos de fotografía y vídeo, con 39 cámaras en Catalunya, 45 en Francia y 22 en Aragón.
Todo este trabajo se ha traducido en 2018 en 57 itinerarios realizados en Francia que suman 446 km recorridos, que han permitido encontrar 1.186 indicios de oso. En Aragón, han recogido 23 datos de osos, mientras que en Catalunya se han recogido 446 datos de oso en 2018 (5 en la Alta Ribagorça, 182 en el Pallars Sobirà y 259 en el Valle de Aran), así como 207 imágenes. En total, se han analizado 161 muestras (121 de Francia y 40 de Catalunya). Gracias a este seguimiento y el intercambio de información, se han obtenido datos del macho Nere en diferentes lugares durante el año 2018 (Pirineos Atlánticos, Ariège y la Val d’Aran).
La Generalitat coordina el proyecto PirosLife de consolidación de osos en el Pirineo, en el que también participan el Conselh Generau d’Aran, Forestal Catalana SA, la Universidad de Lleida y la Fundación Oso Pardo.
Info: PirosLife