• Aubèrta estará los próximos meses en un cercado situado en una zona de bosque natural de unos 5000 metros cuadrados de superficie, donde se la alimentará y cuidará siguiendo un protocolo consensuado internacionalmente para que en un futuro pueda sobrevivir en libertad de manera autónoma
Los primeros resultados de los análisis genéticos efectuados al cachorro encontrado el pasado 17 de abril en Aubèrt indican que la osezna es hija de la osa Fadeta y de Pyros. Esto vendría a reforzar el acierto de las medidas tomadas por el Conselh Generau d’Aran los primeros días, dado que Fadeta se ha localizado en la zona montañosa que va de Vilamòs a Salient, lugares donde se devolvió al cachorro los primeros días con el objetivo que reencontrara la madre.
El motivo por el cual el cachorro se separó de Fadeta continúa siendo un misterio y cualquier hipótesis continua siendo pura conjetura. Hay que remarcar que Aubèrta sería fruto de un primer parto de Fadeta, nacida en 2010, y que esta es una madre primeriza y sin experiencia, y esto podría reforzar la hipótesis de una separación accidental de forma natural.
A raíz de los resultados del laboratorio francés, el Conselh Generau d’Aran está haciendo una revisión general de las muestras genéticas obtenidas el último mes, a fin de enviarlas a analizar para obtener alguna nueva información sobre el estado y la ubicación de Fadeta, la madre del cachorro.
El hallazgo también hace aflorar otra problemática, que es la consanguinidad de la población de osos pirenaica, puesto que Aubèrta es hija y a la vez nieta de Pyros, dado que este es también el padre de Fadeta. La osa Bambú (hija de Hvala y un macho esloveno) sería la madre de Fadeta, de tal manera que Pyros es el único macho reproductor efectivo en el Pirineo. Los otros machos presentes como Balou, Moonboots o Bonabé (estos últimos también hijos de Pyros) no están participando de momento en las reproducciones constatadas al Pirineu.
El cachorro fue trasladado la semana pasada a un cercado donde se estará los próximos meses, situado en una zona de bosque natural de unos 5000 metros cuadrados de superficie, donde se le alimentará y cuidará siguiendo un protocolo consensuado internacionalmente para que en un futuro pueda sobrevivir en libertad de manera autónoma.